General Motors cierra su planta de ensamblaje en Ecuador, con despidos previstos. La multinacional estadounidense General Motors (GM) anunció el cese de operaciones de su planta de ensamblaje de vehículos en Ecuador, programado para agosto de este año.
La medida, que conlleva despidos masivos, fue comunicada el viernes 26 de abril de 2024.
El cierre también afectará las operaciones en Colombia, donde la fabricación de automóviles cesará con un equipo de trabajo reducido a partir de esa misma fecha.
GM produce vehículos de la marca Chevrolet en ambos países, siendo Ecuador el hogar de modelos como la popular camioneta Chevrolet D-Max, líder de ventas en el país. En el primer trimestre de 2024, Chevrolet acaparó el 19% del mercado automotor ecuatoriano, según
datos de la Cámara de la Industria Automotriz de Ecuador (Cinae).
A partir de septiembre, todos los vehículos de la marca Chevrolet en Ecuador serán importados, procedentes de países como Brasil, Estados Unidos y China, dependiendo del modelo. La planta de General Motors en Quito, Ecuador, emplea a alrededor de 300 personas y es crucial para la distribución local de la marca, que goza de una sólida posición en el mercado ecuatoriano.
En el comunicado oficial, la empresa anunció que a partir del 26 de abril iniciarán la transición hacia un modelo de comercialización nacional, respaldando así el lanzamiento de vehículos de próxima generación. Según el presidente de GM Internacional, Shilpan Amin, esta medida busca fortalecer su posición en el mercado y ofrecer a los clientes tecnologías más avanzadas, al tiempo que contribuye a la transformación de la industria hacia un futuro sin emisiones.
La empresa se compromete a garantizar una transición ordenada y respetuosa para los trabajadores afectados por el cierre de las plantas en ambos países, cumpliendo estrictamente con las disposiciones legales y los compromisos establecidos en los contratos colectivos. Santiago Chamorro, presidente y director general de GM Sudamérica, afirmó que la compañía comprende el impacto de esta decisión en los empleados y se compromete a brindarles apoyo durante su transición.
Según la compañía, tanto la planta colombiana como la ecuatoriana operaban por debajo de su capacidad, con un 9% y un 13% respectivamente, lo que indicaba una subutilización de ambas instalaciones.